ESPERANZA EN MEDIO DEL DOLOR

 



Hola chicas mi nombre es Kytza, soy de Tepic Nayarit, trabajo en el ministerio de tiempo completo en La Fuente Instituto y estoy feliz de poder compartir con ustedes un poquito de la temporada que estoy atravesando, no ha sido fácil pero quiero dejarte un ánimo que Dios ha puesto en mi corazón para ti en medio de este tiempo que ha sido de los más difíciles para mi.

Hace 5 meses mi hermano menor de 20 años falleció por un fuerte accidente, el era mi mejor amigo y compañero de toda la vida, éramos muy unidos y la verdad cuando recibí la noticia de que había partido al cielo sentí que mi vida se iba junto con él, pensando, ¿Cómo le vamos a hacer para vivir sin mi hermano? ¿Dónde estabas Dios, por qué? Mi mente comenzó a ser bombardeada con tantas preguntas y al mismo tiempo mi corazón se hacia pedazos de pensar una vida sin él físicamente, jamás imaginé que me iba a tocar atravesar algo así, desde niña he creído y confiado en Jesús, en su palabra, cuando las circunstancias de la vida se tornan oscuras y difíciles lo correcto sería correr al Padre, orar y confiar en que todo va a estar bien, pero la verdad es muy fácil que nuestra fe sea movida y empiecen los cuestionamientos, suele comenzar un camino hacía la amargura porque no entiendes ¿Cómo es que siendo hija de Dios algo así pueda pasarte?. La amargura toca a nuestra puerta disfrazada de una ira justificada por una injusticia de la vida. La amargura es el resultado de nuestra incredulidad y orgullo por ejemplo podemos pensar “No me merezco esto” o “No puedo creer que Dios sea bueno cuando ha permitido tal cosa”. Los primeros días me costaba mucho volver a tomar mi biblia, no quería tener ninguna conversación con Dios, obviamente me sentía afligida, abandonada, rota, sin esperanza alguna. Un día a través de un sueño Dios en su infinito amor y sin que yo se lo pidiera me mostró el lugar dónde mi hermano está ahora, un lugar hermoso y al cuál todos algún día vamos a llegar, nuestra verdadera casa, el cielo. Mi hermano también era hijo de Dios, confiaba y creía en su palabra y se que el ahora goza de la vida eterna, y pensar que algún día volveremos a estar juntos para siempre, trae un descanso a mi alma. Dios nos permitió a mis papás y a mí poder despedirnos de mi hermano, el último día que él estuvo con vida en el hospital recuerdo haber cantado su alabanza favorita junto con él y me dijo “Kytza te amo mucho” guardo sus palabras para siempre en mi corazón y recordar esto y a partir del sueño que tuve pude volver a voltear mis ojos al lugar correcto, Jesús. He podido entender que el amor de Dios cambia el significado del sufrimiento para los que están bajo su cuidado. Ahora vemos las dificultades a través de los lentes eternos de Su bondad hacia nosotros. Las circunstancias que se sienten injustas, crueles e inútiles comenzarán a perder su poder cuando recordemos que nuestro salvador pagó el castigo de nuestro pecado en la cruz y llevó todas nuestras tristezas y nuestros dolores sobre sus hombros. Por su Gracia, el Señor toma nuestras emociones y nuestros débiles corazones y nos llena con su fuerza y presencia, la verdad de la esperanza eterna que tenemos en Cristo limpia nuestros corazones amargados y rotos con su perdón y fidelidad inmerecidos. No se por lo que puedas estar pasando en tu vida, pero si puedo animarte como hija de Dios, si sientes que en algún momento la amargura o la duda está creciendo dentro de ti, mira la cruz de Jesucristo, no hay mayor demostración de su amor por ti, ni evidencia más clara de que busca transformar para bien lo que estés soportando en este momento. en 2 Corintios 4:8-9 dice “Afligidos en todo, pero no agobiados; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos Me encanta la manera en la que Pablo es capacitado para adorar a Dios aun con sus cadenas, él nos enseña que en medio del dolor se puede tener esperanza y que puede ser el terreno más fértil para crecer y acercarnos más Dios. En este tiempo he podido experimentar la Gracia de Dios en mi vida de una manera hermosa, ha traído fortaleza, paz y consuelo a nuestras vidas, he entendido que Él puede lidiar con nuestras emociones y quiere que nos acerquemos a Él con toda honestidad, Cristo conoce el verdadero estado de nuestros corazones y aun así quiere que nos acerquemos a Él confiadamente, con todas nuestras cargas, dudas e inseguridades, no seas vencida por la tentación de huir en tiempos de quebrantamiento. Acércate a Jesús en oración, trae tus emociones ante Él y pídele la gracia que necesitas para perseverar en las pruebas. Hace poco volví a leer uno de mis libros favoritos llamado justo así “Esperanza en medio del dolor” y dice que el sufrimiento es real, pero la esperanza también lo es. Dios no solo quiere librarte de tu dolor, sino que tengas esperanza en medio de lo que estés pasando o vayas a atravesar, aunque nos cuesta ver esta esperanza cuando estamos enfrentando los momentos más duros de nuestra vida, recuerda siempre que esa esperanza es nuestra en Jesús y que no estás sola.

Con mucho cariño Kytza

XOXO


 

 

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