¿QUIÉN SOMOS EN CRISTO?

 



Hey! Soy Angie, espero que cuando leas esto te encuentres bien. Muchas veces he perdido noción de quién realmente soy, me dejo llevar por opiniones de los demás o incluso ciertas situaciones me llevan a buscar la felicidad o la aceptación en los lugares incorrectos. ¿Te ha pasado?

 Cuando leemos en la Biblia la historia del Rey Salomón nos damos cuenta que quizás era alguien que lo tenía todo. Era el Rey de Israel, tenía muchos bienes, posesiones, poder e incluso mujeres por montón. Ponte a pensar: si nuestras vidas de verdad obtuvieran sentido con todas esas cosas, con las apariencias, con esa admiración de los demás o los logros en nuestras vidas; ¡entonces el Rey Salomón fue el hombre más chévere y con la mejor vida en todo el mundo!

 

En Eclesiastés 1:2 me impresiona tanto como él mismo dice:

«Nada tiene sentido—dice el Maestro—, ¡ningún sentido en absoluto!».

 El Rey Salomón buscó tener una vida con propósito y sentido lejos de Dios. Incluso escribió un libro sobre ello. En este libro realmente comprendemos como nada tiene sentido cuando intentamos buscar una vida en un mundo tan roto y torcido que no busca ni teme a Dios en lo absoluto.

 ¿Cuántas veces hemos visto a personas conocidas, celebridades, o incluso nosotros mismos intentar escalar aquellas paredes de poder y fama o admiración y reconocimiento sólo para darnos cuenta, al final, que la escalera estaba sobre la pared equivocada?

 Todos tenemos ese deseo en nuestros corazones de ser aceptados, seguridad, y el tener una vida verdaderamente significante. Eso es porque estábamos destinados a tenerlo. La única manera de recuperar ese sentimiento de plenitud es restaurando esa relación con Papá y estar espiritualmente vivas. Esa es exactamente la razón por la que Dios envió a Jesús a la cruz. En Juan 10:10 dice: El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante.

Cuando aceptamos a Jesús en nuestros corazones, cuando le aceptamos como nuestro Salvador; esa conexión se restaura y vuelve a conectarse con Su Espíritu. Recuperamos esa vida que debíamos y anhelábamos tener. En 2 Corintios 5:17 dice: “Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!”. Para Dios, somos especiales. y fiel.

 Algunas personas piensan que ser cristiano es difícil porque tienes que vivir de acuerdo a ciertas reglas y regulaciones para ser salvo, y no es cierto. No se trata de comportarse de manera diferente a los demás; se trata de conocer la verdad y que esa verdad nos transforme y que como resultado, nuestro estilo de vida y comportamiento cambie. Que esa verdad nos incite a querer agradar a Dios siempre. Querida personita que lee esto; necesitamos creer de manera diferente sobre nosotros mismos. Hay taaaaaantos versículos en la Biblia que pueden dar testimonio de quién eres en Dios. 

 Dios dice en Su palabra que estamos unidas con Él, que le pertenecemos a Dios, que fuimos adoptadas como Sus hijas, tenemos acceso directo con el Padre a través del Espíritu Santo - ¿qué loco no? ¡Dios está a una oración de distancia!-. También nos dice que somos redimidas y perdonadas, que somos COMPLETAS en Cristo Jesús, somos ciudadanas del cielo.

Esas son solo algunas cosas que la Biblia dice sobre ti. ¿Vas a empezar a vivir esa verdad? ¿Vivirás en esa libertad? Porque realmente depende de ti creer en esa verdad o no.

 Si nuestra relación con Dios es la clave para la plenitud, ¿por qué vemos a tantos cristianos luchar con nuestra identidad, seguridad, significado y sentido de valor o madurez espiritual? El profeta Oseas en el capítulo 4:6, dice "Pues por falta de conocimiento, mi pueblo ha sido destruido”, por lo que podría ser una falta de conocimiento o podría ser porque la gente estamos tan consumidos por las cosas de la carne, de este mundo, por aquellas cosas que sólo nos satisface al cuerpo

 No, no eres inútil, no has sido abandonada ni eres poca cosa. Satanás puede hacerte creer que lo eres; pero Jesús te amó a ti cuando ni siquiera sabías quién era o cuando lo lastimaste y desobedeciste abiertamente. Jesús te amó desde el vientre de tu madre, antes que nacieras (Jeremías 1:5). Jesús no va a dejar de amarte ahora. Sabe qué harás a futuro y aún así murió por ti. Hay una frase que me encanta que dice “Cuando Jesús miró la cruz, pensó en ti” y es totalmente cierto. Cuanto más reafirmes quién eres en Cristo, más comenzarás a notar como tu comportamiento refleja tu verdadera identidad.

 Eres una hija de Dios. Estás siendo transformada a la imagen de Dios. Una vida cristiana fructífera es el resultado de vivir por fe de acuerdo con lo que Dios dijo que es verdad.

 ¿Te dejarás llevar por tus emociones y por lo que opinen las personas?

¿O aceptas creer quien verdaderamente eres en Cristo, hoy?

 

Con fuuuull cariño, Angie.

XOXO 

 

 

 

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