UNA CARGA LIGERA




Hace unos días leí una frase que decía " Sin rencores, pero con muy buena memoria". Honestamente ha sido algo que ha estado en mi cabeza durante estos últimos días y me gustaría compartirte algo que Dios habló a mi corazón a partir de esta frase.

Seguramente al igual que a mi, ha habido personas que te han lastimado ya sea intencionalmente o no, algunas veces un poco más que las demás. Hace un poco más de un año alguien me lastimó y sin darme cuenta, se fue desarrollando en mi corazón algo llamado resentimiento y orgullo. A pesar de que esta persona me había pedido perdón por lo que hizo, a mi me costaba mucho olvidar y llegó el momento en que yo no quería tener nada que ver ni estar cerca de ell@.

En mi caso opté por alejarme y en mi orgullo pensar " Si puedo perdonarl@, pero no tengo necesidad de estar cerca ni volver a confiar en ell@". Ahora que lo pienso, estaba realmente equivocada pero pasar por eso me sirvió para reflexionar sobre lo que quiero compartirte el día de hoy.

En Efesios 4:32 dice: 

Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.

1. Perdonar nos hace libres.

Mucho tiempo pensé que era al revés, que perdonar haría libre a la persona que estoy perdonando. El día que decidí perdonar de corazón a esta persona, me di cuenta que pude caminar más ligera. perdonar me liberó de esa carga llamada orgullo. Me ayudó a dejar que Dios sanara eso que estaba roto en mi corazón. 

Cuando tomas la decisión de no perdonar y cargar con eso en tu mente y corazón, solamente estás dejando abierta esa herida que no te permitirá volver a confiar ni caminar segura.


2. Perdonar es un proceso.

Ahorita lo digo fácilmente, pero perdonar me costó mucho trabajo. Me costó dejar de lado mi orgullo y recordar que Dios ya había perdonado a esa persona por lo que me hizo y que yo no podía hacer nada para evitarlo. Yo era la única que se estaba lastimando cada vez más por llevar esa carga tan pesada.

Tuve que pedirle a Dios que me ayudara a perdonar. Que sanara mi corazón y me ayudara a ver a las personas que me lastiman con los ojos con que él las ve. No es nada fácil, pero de eso se trata. No podemos ir por la vida diciendo que queremos tener el corazón y carácter de Jesús, pero no querer cortar esas áreas de orgullo y sentir que nadie merece nuestro perdón.  


3. Nosotras fuimos perdonadas primero.

Quiero preguntarte:

¿Qué pasaría si Dios perdonara tus pecados de una manera superficial?

¿ Qué pasaría si Dios se acordara cada vez que te ve de todas las veces que le has fallado?

¿ Qué sentirías si Dios te dijera  " Sin rencores, pero con muy buena memoria"?


Si Dios siendo perfecto, nos perdona una y otra vez y nos ve limpias como si nunca le hubiéramos fallado, tu y yo podemos hacer exactamente lo mismo con los demás por medio de él.


Isaías 43:25

Yo, sí, yo solo, borraré tus pecados por amor a mí mismo y nunca volveré a pensar en ellos.

Así como nosotras no somos perfectas y algún día vamos a fallar, también habrá gente que nos va a fallar. Pero es tu decisión si eso moldea tu carácter a ser más como Jesús o todo lo contrario. Las ofensas pueden llegar a ser como un ancla que nos va a mantener estacionadas y si no las liberamos, no podremos seguir caminando ligeras hacia donde Dios nos quiere llevar. Solo quiero animarte a que puedas pedirle a Dios que moldee en ti un corazón que sabe perdonar y que sabe recibir el perdón también.

Si Dios sabiendo que seguramente volveremos a fallarle, y aún así olvida y decide darnos otra oportunidad, esa es la clase de perdón que deberíamos extender nosotras también.

Solo quiero animarte a practicar esto. No será fácil. seguramente te llevará tiempo pero al final del día solo es un reflejo de lo que Jesús hizo por ti y por mi y lo sigue haciendo cada día. 


y por último me gustaría que oremos juntas:

Dios, gracias por perdonar nuestros pecados y no acordarte de ellos. Te pedimos que nos ayudes a perdonar de la forma en que tu lo haces, a caminar ligeras y ver a los demás como tú los ves. Si hay algo en nuestro corazón que necesita ser sanado por ti, lo entregamos y confiamos en que tu quieres lo mejor para nosotras. Moldea en nosotras un corazón como el tuyo. 

En el nombre de Jesús, amén.  


Con mucho cariño, Fer Olvera.

XOXO




Comentarios

Entradas populares