MANOS LLENAS




 




 Hace aproximadamente un año y medio, Dios me pidió que soltara algo que anhelaba con todo mi corazón, algo por lo que estuve orando mucho tiempo y esperaba con ansias un " Si " por respuesta a esas oraciones. Después de varios meses, me di cuenta que Dios me había dicho de muchas maneras que eso por lo que estuve orando, no era lo que él tenía para mi.

  Honestamente mi reacción al darme cuenta de esto fue sentirme desanimada y frustrada. Las siguientes semanas me estuve haciendo preguntas como estas: ¿ Porqué no? ¿ Si no es algo malo lo que estoy pidiendo, porqué Dios decidió que no era para mi?. Y la verdad es que cometí un gran error: seguí aferrándome a algo que dentro de mi yo sabía que no era lo que Dios tenía preparado para mi vida. En lugar de ceder eso y dejárselo a Dios, decidí aferrarme y tratar de conseguirlo a como diera lugar.

No sé si alguna vez te ha pasado lo mismo o al menos algo similar, pero la realidad es que es inútil vivir corriendo detrás de cosas que se salen de nuestras manos, es inútil vivir queriendo controlar esas situaciones que no está a nuestro alcance solucionarlas, es inútil vivir creando " el plan perfecto" para nuestras vidas en lugar de ceder el control de cada área a Dios y confiar en que sus planes siempre son mejores que los nuestros, es inútil vivir diciendo que confiamos en él pero en realidad queremos ser nosotras las que llevan el timón de nuestra vida. En mi caso, yo opté por aferrarme con el puño cerrado a eso que yo quería. Opté por quedarme con las manos llenas de algo que no era lo que Dios estaba preparando con tanto amor para mi. 

En Jeremías 29:11 dice:

-Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.


Es tan agotador estar persiguiendo esas cosas que no están alineadas al perfecto plan de Dios. llegó el momento en que me di cuenta que solo iba a encontrar paz y seguridad confiando en que Dios tiene planes de bien para mi vida. Que mis pensamientos no son los suyos, que no me puedo ni imaginar las cosas tan buenas que Dios tiene preparadas para mi. Pero Dios no nos puede entregar esas cosas tan buenas si tenemos las manos llenas. Necesitamos soltar las cosas que nos estorban y tener nuestras manos vacías y disponibles para recibir lo que él tiene para nosotras. Al tener nuestras manos vacías, damos la oportunidad a Dios de preparar nuestro corazón para recibir esas cosas que él quiere darnos. Cosas nuevas. Cosas mejores. Cosas increíbles.  

Hoy quiero animarte a abrir tus manos y soltar aquello que está ocupando un lugar en tu vida que no le corresponde. Un lugar que Dios quiere ocupar con cosas mejores. Confía en aquél que te conoce mejor que nadie y deja que sea él quién vaya al frente de ti, abriéndote camino hacia las cosas que él ha preparado. Soltar y confiar no siempre se siente seguro, pero siempre vale la pena! 

por último te invito a repetir esta oración en voz alta:

Señor, te doy gracias porque al momento de crearme, tú ya tenias un plan para mí, un plan bueno y agradable. Te pido perdón si he llegado a pensar que mis deseos y voluntades son mejores que los tuyos, te entrego el control de mi vida y los anhelos de mi corazón confiando en que tu quieres lo mejor para mi . Te pido que cada día me ayudes a soltar las cosas que no están dentro de tu plan para mi vida, me conduzcas a seguir tu voluntad por encima de la mía  y prepares mi corazón para recibir lo que tú has preparado para mi, te amo Jesús. 

En tu nombre oramos, amén.

Con cariño, Fer olvera.

XOXO




Comentarios

Entradas populares